El pura sangre inglés

Dedicado a un amigo de Huelva que, al descubrirme el barrio inglés, me dió escrito el cuento.

Para ti, Antonio, con mi admiración.



A pesar de que el barrio inglés tenía incluso garitas con guardias, unos cuantos niños de Huelva, de un barrio cercano, se las ingeniaban para colarse dentro y disfrutar de los columpios, balancines y toboganes del parque infantil. Y eso que, al ser descubiertos y al grito de: Eh, boys what are you doing here? ¡out, out!, eran perseguidos sin tregua hasta dar alcance a alguno, que se llevaba la bofetada del día.

Había un niño entre todos al que no le interesaba demasiado el parque. Estaba fascinado con otra cosa que tenían los ingleses: los caballos. En concreto un pura sangre inglés con una estrella en la frente. Así que, él iba directo a las caballerizas, que también llamaban su atención por su magnífico suelo de Pino Rija. Al niño, instintivamente, le gustaba todo lo que fuera de madera.

Podía pasarse tardes enteras, sentado sobre la tarima, hablándole a su amigo “Morning Star”, que así llamaban los ingleses de la Rio Tinto Company Limited al hermoso ejemplar. Muchas veces se escondía para observar como una guapa mujer rubia vistiendo traje de amazona entraba y se llevaba a Morning a dar un paseo por las marismas del Odiel. Ya se había acostumbrado, a que unos minutos mas tarde, un español joven (había algunos en el barrio) hiciera lo mismo con otro caballo. Siempre igual.
Podrían ir juntos, pensaba el chico.

Era una tarde calurosa de julio. Iban los muchachos hacía el lugar por el cual se colaban en el barrio, cuando un automóvil a gran velocidad, conduciendo por la izquierda y levantando una nube de polvo, casi los arrolla. ¿Donde irá este mister con tanta prisa?.
Una vez dentro, el resto de los chicos se quedaban en el parque mientras él iba directo a las caballerizas
¡Que pena hoy no está “Morning”!.
Pero se quedó igual contemplando a los otros caballos y acariciando el suelo de tablas, aunque ninguno tenia el porte y la elegancia del pura sangre de la estrella en la frente.
De pronto, se oyó un trote y apareció el caballo, ensillado, pero sin amazona, resoplando nervioso y dirigiéndose a su sitio, mientas él lo seguía, llamándolo con suavidad. Acto seguido entró el otro caballo, de la misma manera.
Que raro…

Apenas tuvo tiempo de esconderse cuando sintió el frenazo en seco de un coche, del que se apeó un inglés, que sin ni siquiera apagar el motor, entró en la caballeriza a toda prisa, empuñando un revolver y disparó a “Morning Star”.
El niño cerró los ojos y se tapó los oídos, pero aún así pudo oír el disparo y sentir el ruido del cuerpo del caballo al desplomarse, muerto.
En seguida comenzaron a llegar ingleses gritando.¡ Oh my God!. What did you do?
El chico, aún con los ojos cerrados, salió corriendo tropezando, sin que nadie le prestara atención.
¡ Oh my God!. Where is Susan?.

Corriendo, pasó de largo por el parque donde estaban sus amigos. Siguió por una de tantas calles paralelas, atravesó una plaza, continuó por otra calle, se tropezó con los guardias de las garitas, que ni se fijaron en él y salió del barrio por la puerta principal, por primera vez en su vida.

Era ya de noche, cuando los otros niños le contaron que, después de un gran revuelo y de mucho ir y venir hacia las marismas y de que muchas mujeres le dijeran “kiler”, “kiler”, aparecieron unos policías vestidos con traje, ¡con este calor!, y se llevaron esposado al inglés que mató al caballo; como en las películas, oye, igual, igual.
El chico no les prestaba atención.
Sus amigos no comprendían porqué lloraba, tan desconsoladamente, con la cabeza sobre las rodillas.
Ni él ni ellos comprendieron tampoco, porqué de pronto, levantó la cabeza y se puso a gritar: Un día me llevaré las tablas de las caballerizas, para hacer algo bueno con ellas.

Hasta que llegó ese día, aquel niño nunca mas había vuelto a pisar el barrio inglés.

7 comentarios:

Antonio Abad Diaz Ortega dijo...

Lo que se puede hacer con unos cuantos datos y una buena imagincion.

Te agradezco mucho el detalle, de veras.

Desde hace dos o tres dias aparecia esta entrada en el enlace de tu blog, pero cuando intentaba entrar decia que no estaba.
Ya tenia curiosidad, pero no me esperaba esto.

Una curiosidad: el otro dia casualmente visite a uno de aquellos amigos que nos colabamos en "Bellavista" que es como se llamaba el barrio ingles, tiene varias yeguas y un semental de pura raza española y un pura sangre ingles. Yo no los habia visto hasta ese dia.

Gracias de nuevo.

Maria Jose Mallo dijo...

De nada, tu me diste la idea y tuyo es el cuento. Espero que tus visitas al barrio hayan supuesto mejores experiencias.

Por cierto mi Blog hace extraños de un tiempo a esta parte. Yo a veces, tampoco puedo acceder. Y otras no me deja publicar. No se lo que pasa.Misterios.
Me alegro que te haya gustado el cuento.
Un saludo.

Antonio Abad Diaz Ortega dijo...

Si desde luego, despues la cosa cambio y he tenido muchos amigos residentes alli.
Ademas en los tiempos de los columpios, no era eso solo lo que me atraia del barrio ingles, mi primer amor, con seis o siete años fue Kery Jane(no se si esta bien escrito, se que su madre la llamaba asi)
, una preciosa niña inglesa de cabellos dorados.
Recuerdo que me grabe su inicial "K" en el brazo frotando el fosforo de una cerilla con fuerza, te quedaba una cicatriz que duraba años(locuras de la niñez).
No creas que quiero darte datos para otra historia, es que me he acordado justo ahora y me ha parecido interesante comentartelo.

Saludos.

Antonio Abad Diaz Ortega dijo...

Por cierto Mª Jose:
Tal vez hayas leido el libro o visto la pelicula, " El Corazon de la tierra". Es una historia que transcurre en Riotinto a finales del siglo XIX.
Tal vez pueda interesarte, la escribio Juan Cobos Wilkins, vecino de Riotinto y descendiente de ingleses, pero no vivia en el barrio ingles.
Tiene una gran produccion literaria, prosa, guiones y sobre todo poesia.
Puede que te guste mas o menos pero te aseguro que es un contador de historias vocacional desde siempre.
Debe tener cuatro ó cinco años mas que yo y recuerdo que de niños, cuando yo tendria cuatro o cinco años y el ocho ó diez, nos contaba fantasticas historias de aventuras a los pequeños y te aseguro que ya entonces tenia una imaginacion privilegiada.
Tal vez te guste.Puedes encontrarlo en internet.
Un saludo de nuevo.

Maria Jose Mallo dijo...

Que tal Antonio?
Pues verás, te había puesto una novia, pero luego, como subyacía la otra relación adulta inglesa- español no quise que se estableciera ningún paralelismo, porque el cuento no iba por ahí, y la suprimi.Pero haberla, húbola.

Conozco a Cobos Wilkins. He leido El mar invisible,y sabia que habia escrito bastante sobre Riotinto, pero no he leido El corazón de la tierra. La voy a buscar en internet y le echaré un vistazo.

Por cierto, te voy a copiar lo del tatuaje con fósforo, porque me parece lo mas.En cuanto tenga una historia donde encaje, lo pongo.
Como ves no se me puede contar nada, porque luego voy y lo casco( como decian aquellos).

Tengo que confesar que Huelva era una gran desconocida para mi, y que no imaginaba que tuviera un barrio ingles. Sabia de uno en las cercanias de la mina, pero ignoraba el de Huelva, que he ubicado con Google earth y he visto que esta en el centro de la ciudad. Vi también las preciosas casas victorianas. Te agradezco mucho la información. He aprendido muchas cosas que ignoraba.

Un saludo muy cordial.

Antonio Abad Diaz Ortega dijo...

Tengo que decirte que tu historia a inspirado a mi primo Miguel, que aunque siempre esta muy liado,dice que le gustaria ilustrarla y hacer el guion en colaboracion contigo.
No se si estoy metiendo la pata al decirtelo, pero dicho esta.
Lo de las cerillas era una practica relativamente habitual en mi epoca de infancia.
Creo que El corazon de la Tierra te gustara, dime que te parece. Se entremezcla la verdad con la ficcion en una historia de pasiones desatadas y desenlaces dramaticos, te va gustando ¿a que si?. Ya me diras.
Tengo que decirte que la historia que te conte no transcurre en el barrio "Reina Victoria", que es como se llama el barrio ingles de Huelva, sino en "Bellavista" que es el barrio ingles del pueblo donde me crie, que es Minas de Riotinto.
Los dos fueron hechos por la Riotinto Company Ltd.
pero el de Riotnto es mucho mas señorial y es donde residian los altos directivos de la empresa.
Era como una pequeña colonia inglesa, tenian su tipico Club, donde solo permitian la entrada a los hombres, su capilla anglicana y algunas residencias que eran pequeños palacios, como la "Casa Consejo" donde alojaban a los huespedes ilustres ó la residencia del director.
En internet puedes encontrarlo, pero procurare hacer algunas fotos y las colgare en el blog para que las veas.

Antonio Abad Diaz Ortega dijo...

Perdona, olvide mandarte un saludo ó mejor si me lo permites recibe un abrazo.