Doña Urraca, la Asturiana

Restos de la Torre de Soto de Aller, donde nació doña Urraca.







Era hija de Alfonso VII el Emperador y de una joven oriunda de Aller, llamada doña Gontrodo.
Parece ser que el encuentro entre ambos se produjo hacia el año 1132, poco antes de la sublevación del conde Gonzalo Peláez . El motivo fue la asistencia de don Alfonso a la Curia Regia celebrada en Oviedo con ocasión del pleito que sostenían los padres de doña Gontrodo con el monasterio de San Pedro de Eslonza, por la propiedad de otro monasterio: el de San Juan de Verbio.
Según la Chrónica Adefonsi Imperatori, los padres de la joven fueron don Pedro Didaz o Díaz y doña María Ordoniz. Don Pedro, descendía por línea directa de Alfonso I y pertenecía a una de las familias mas influyentes en Asturias en el siglo XII. Es probable que fuera hermano de Jimena Díaz, la que fue esposa del Cid.

Pues bien, el Emperador se prendó de la hija de don Pedro (“se aficionó tiernamente de la doncella”) y se olvidó por completo de su esposa doña Berenguela. Tuvieron un tórrido romance veraniego (“ los verdes prados de Corigos fueron testigos de su cortejo y colchones para su pasión”) y naturalmente doña Gontrodo quedó embarazada. Ni que decir tiene que el famoso pleito fue ganado por don Pedro y doña María.
El retoño fue una niña: Urraca.
Alfonso VII, que era hijo de doña Urraca I de León y Castilla, la reina guerrera, y de su primer marido Raimundo de Borgoña, quiso llamar a su primogénita igual que su madre. El Emperador tuvo siempre especial afecto a la infanta, quien fue apartada de la familia materna y educada en palacio por su tía doña Sancha, conviviendo con sus hermanos Sancho y Fernando, nacidos varios años después.

Cuando aún era niña , Alfonso concertó su boda con García Ramirez, el Restaurador, rey de Navarra y nieto del Cid, para asegurar la paz entre ambos reinos. El matrimonio se celebró unos años mas tarde en León con gran brillantez, asistiendo invitados de todos los reinos cristianos peninsulares y una nutrida representación de la nobleza astur. La novia recibió como dote varios territorios sitos en el interior del reino de Navarra.

Su reinado dicen que fue solitario y triste, pues su marido se hallaba ocupado siempre en empresas guerreras contra Aragón y contra las plazas musulmanas de Almería y Córdoba. Volviendo de una de estas incursiones recibe un golpe a consecuencia del cual, fallece cerca de Estella. Había tenido dos hijas con doña Urraca: Margarita y Sancha.
Una vez viuda, regresa a Asturias donde su madre doña Gontrodo vive retirada, favorecida por varias donaciones del Emperador, dedicada a fines religiosos. Alfonso VII quiso que conservara el titulo de reina de modo efectivo sobre el territorio asturiano. El statu quo, se mantuvo también durante el reinado de su hermano Fernando.

Doña Urraca gobernaba asesorada por un consejo de eclesiásticos y nobles y disponía de una cancillería propia, aunque los diplomas que expedía dicho organismo, necesitaban ser confirmados por la Curia Regia y sellados por la Cancillería real.
En el año 1161, la Asturiana, se casa con el caballero palentino Alvaro Roderici. Esta unión parece ser que da origen al apellido Alvarez de las Asturias.

Un año después de su matrimonio protagonizaron un intento de secesión claramente reflejado en un documento de Otero de las Dueñas que está fechado así: "cuando la reina doña Urraca y don Alvaro Roderici quisieron que el rey Fernando II perdiese Asturias".
Tras el intento fallido probablemente fue desterrada a Palencia. A partir de ese momento es su hermano don Fernando el que aparece en todos los documentos como rey de Asturias.
Tuvo dos hijos fruto de su segundo matrimonio: Pedro y Fernando.
Sus últimos años son un misterio. Hay quien dice que fallece en Palencia al año siguiente de su destierro. Otros en cambio sostienen que siguió con su marido hasta que enviudó en 1179 y luego se hizo monja con su madre en Santa María de la Vega muriendo en 1189. Lo que parece claro es que está enterrada en la catedral de Palencia, ya que hay constancia escrita al menos desde el siglo XIV.

5 comentarios:

Angel Luis dijo...

Pues mira tu, que yo jugaba de guaje por la torre de Soto y nunca imagine que antaño anduviera por alli el emperador ligando con una moza del pueblo...
Me gusten tus mujeres y mas tus cuentos y mas tu...dicho sea con todos los respetos.

Susi DelaTorre dijo...

Me ha encantado tu crónica
.
Comparto contigo, María José, la devoción por la novela histórica dónde se encuentran vidas y escenarios reales que merecerían ser relatos.

Además, debo confesar, que siendo gallega, los asturianos me son muy afines, quizás porque unos de mis mejores amigos, me enseñaron a amar esas tierras.

Así que abrevio para desearte lo de ;Felices Fiestas, etc
y que por aquí estemos!


Un saludo y abrazo navideño!

Maria Jose Mallo dijo...

Hola, Angel Luis
Para que veas que 800 años antes que tú, ya Alfonso VII el emperador, jugaba por esos lares a otros juegos mas de mayores, eso si.
Te agradezco mucho el comentario y las opiniones.

Mira Susi, a mi si que me encanta que te guste mi Blog.
Cuando empecé a escribir "mis mujeres", tuve en mi muro de Facebook, unas críticas demoledoras, que me fastidiaron desde luego ,pero que como veras, no me han hecho efecto. Trato solamente de dar a conocer a estas mujeres casi desconocidas.
Desde antes de la época de Urraca, Galicia y Asturias formaban un sólo reino, quizá venga de ahi lo de "gallegos y asturianos primos hermanos". Yo me siento muy a gusto en Galicia.
Te deseo también felices fiestas y quiero que estés siempre por aqui. Abrazo.

Unknown dijo...

Hola, Mª José.
Otra vez estoy junto a tu mujeres, enterándome de cosa que por su lejanía de mi Mediterraneo suelo tener olvidadas.
Estos años (si no he entendido mal hablas de los siglos XII-XIII) son años oscuros y difíciles, donde todos luchaban contra todos, incluso contra ellos mismos (¿cómo ahora?) y la luz que nos ofreces sobre estas protagonistas oscurecidas por sus hombres hacen mucho bien al conocimiento general de la historia.
Espero seguir aprendiendo contigo a valorar a tus mujeres.
Por cierto, no sé si te has fijado, pero los verdaderos protagonistas de mis historias son mujeres, y siempre especiales y únicas, aunque no históricamente famosas (por la época, claro, que sino seguro que sí).
Me ha sorprendido esto que has dicho del Facebook. ¿Què te pasó? Yo no tengo facebook, ni me hace falta...

Maria Jose Mallo dijo...

Se había borrado este comentario, no se por que????? y ahora ni me acuerdo lo que decía.
Bueno que te agradezco el comentario, Pep, que ya veo que tus mujeres son muy especiales y que lo del Facebook, fue un individuo exaltado, que haberlos haylos, con mal estilo.
Disculpas y besin.