El juego de te de porcelana gris



Me llamó mi madre y me dio la noticia:
__Ha regresado Ernestina, la mejicana. Murió el marido hace tres meses. Debes de ir a visitarla. Le das el pésame de parte de toda la familia, ya sabes que fue mi amiga de la infancia y yo no puedo desplazarme.
Le dije que si.
Como me fastidiaba mucho, se me olvidó ( no hice nada por recordarlo ). Mi madre me lo echó en cara a la semana siguiente.
__No tienes vergüenza. Para una cosa que te pido. La llamé por teléfono y quedé en que irías el viernes a las cuatro. Esperan por ti.
No tuve mas remedio.
Lo cierto es que Ernestina siempre me había caído bien, pero las visitas me hastían y mas aún, las de pésame. Nunca se que decir.
Ese día, fui a la peluquería y me vestí de punta en blanco, porque si mi madre presume por lo mas remoto que acudí de vaqueros y con el pelo recogido en una cola, me mata.

Salió a esperarme al rellano y me abrazó largamente. Después de años en México, se le había pegado el acento. Tiene un hijo y varios nietos, pero vino acompañada sólo por una cuñada, hermana del difunto, una señora mexicana que siempre me recordó a Frida Kahlo; por las cejas y las trenzas, no por otra cosa. Se llama doña Lupe y es religiosísima, devota de vírgenes y cristos de todos los países. Cuando la conocí creí que imitaba el look Frida, por eso una tarde, dejé caer en la conversación lo mucho que admiraba a Diego Rivera y a …No me dejaron terminar la frase. Ernestina y ella se miraron y la amiga de mi madre me paró en seco.
__Bueno…esos dos comunistas. Ni los menciones.
No, no imitaba a Frida, irremediablemente se parecían. No había mas.
Era impensable que en plena conversación doña Lupe tuviera salidas como las de la Sra. Rivera en Detroit, mientras tomaba el te con Mrs. Ford y compañía ( Lo cuenta Carlos Fuentes en “Los años con Laura Díaz" ), y en medio de la conversación les espeta: I enjoy fucking, don´t you?. A mi me hubiera encantado, pero ya digo, era impensable…

Después de saludarnos y preguntarme por mi madre y por todos: __¿Y tú no te has casado?, ah que pena__, hablamos del difunto: como había sido, si sufrió mucho, con lo bien que estaba , no parecia enfermo ni nada…
__Pues no hija, fue de repente, ya sabes como son estas cosas. Comía demasiadas grasas, yo siempre se lo decía, pero él ni caso.
”Seguro que tienes el colesterol por las nubes”.
”No me amargues las comidas, ¡déjame en paz!”.
__Y un día, paf…el infartazo. Llegó muerto al hospital. Nada se pudo hacer.
__ Pues vaya por Dios
__Pues si…

Al poco rato doña Lupe se levantó para preparar el te. Había estado casada con un antropólogo inglés al que conoció cuando llegó al país azteca a estudiar la cultura tolteca. Cuando se fue mas al norte para estudiar a los Anasazi, la abandonó por una india pueblo de Nuevo México ( se ve que le iban las mujeres raciales), pero antes tuvo tiempo de enseñarle a preparar la aromática infusión como Dios manda, o sea, con hojas de te y en una tetera vidriada.
A mi me encanta tomar te por la tarde. Es por mi ascendencia inglesa. Según mi madre tengo humor británico, un poco negro, que sólo me hace gracia a mi, y algún ramalazo Mrs. Thatcher cuando me enfado. Lo cierto es que me gusta lo inglés: la reina, el te de las cinco, las películas inglesas y Hugh Grant.
__Aggg, ese putero__dice mi madre. Es obvio que ella y yo no coincidimos en lo que a gustos se refiere.

Mientras se hacía la infusión, ( El te no hay que removerlo, puesto que por efecto del calor, las hojas adoptan un movimiento circular en el interior de la tetera ), doña Lupe preparó la mesa. Colocó un preciosísimo mantel cuyo bordado no supe identificar y preguntó a su cuñada:
__¿Lo pongo?
Doña Ernestina asintió y la doble de Frida sonrió encantada. Salió del saloncito y volvió al poco con un juego de te de tono grisáceo, decorado con una flores malvas, que tampoco puedo decir a que clase de porcelana pertenecían, pero que era absolutamente singular y llamativo.
Sirvió el te con los típicos pastelitos ingleses tan exquisitos. La gastronomía inglesa es limitada en otros aspectos, pero en lo referente al te cuenta con unas elaboraciones de lo mas variado, que hacen las delicias de los golosos como yo: scoones, brioches, cakes, galletas…; para ponerse las botas.
Seguimos charlando animadamente mientras dábamos buena cuenta de la merienda. Noté como doña Ernestina acariciaba la taza antes de cada sorbo.
__Debe de ser un servicio muy estimado y muy bueno__Pensé, mientras bebía un trago yo también.
Llegó la hora de irme. Había estado a gusto; el tiempo transcurrió con rapidez. Las dos me acompañaron hasta la puerta del ascensor.
No se porque lo hice, pero mientras doña Ernestina me tenía cogidas ambas manos, se me ocurrió comentar sin venir a cuento:
__Que precioso juego de te
Giró la cabeza para encontrar la mirada de doña Lupe, ambas sonrieron. Entonces ella apoyó su mejilla en mi mano y me dijo:
__¿Te ha gustado hija?
__Mucho
__Pues, lo hizo un artesano mexicano con las cenizas de mi marido.
Me puse roja como la bandera china. Se me subió a la nuez el te y todo lo que había comido ese día e incluso los anteriores. Sin decir ni pío, no podía despegar los labios, me solté de las manos de la viuda y entré en el ascensor. En cuanto se cerró la puerta, vomité y vomité y vomité…. Parece increíble lo que se vomita en poco tiempo. Cuando llegué al vestíbulo, se me abría la cabeza y me dolía el esternón. Salí extenuada del elevador que quedó hecho una pena y me senté un momento en el sofá. Noté como me resbalaban las lágrimas por la cara. El conserje se acercó a preguntarme si me encontraba bien. Me vi en el espejo; daba pena, estaba pálida y tenía el rimel corrido por efecto de la llorera. Semejaba un híbrido entre vampira y Eduardo Manostijeras
Negué con la cabeza.
El buen hombre dijo algo de lo que luego se arrepintió, seguro:
__¿Quiere que mi mujer le prepare un te?
Poté allí mismo. Sin pedir excusas ni dar explicaciones me dirigí, tapándome la boca con la mano, hacia el coche. Vi una farmacia. Compré Primperan y me lo fui tomando a lingotazos. Cualquier cosa con tal de no volver a vomitar.
Me costo trabajo conducir hasta casa. Procuraba pensar en cosas agradables, pero me resultaba difícil.
Cuando llegué me tumbé en el sofá, puse una música suave, hice unas cuantas respiraciones abdominales y traté de dejar la mente en blanco. Me fui quedando traspuesta, pero en el duermevela, se me aparecía doña Lupe sonriente con una taza de te…y me volvían las arcadas.
Tardé en contárselo a mi madre, porque sabía lo que iba a suceder: Llevan semanas toda la familia riéndose a mi costa.
No le veo la gracia, de verdad.

Hace meses que no pruebo la infusión típica de la Gran Bretaña, ni creo que pueda volver a hacerlo. Obviamente, no he vuelto a ver ninguna película inglesa. Además, tomo el café en vaso, porque cuando veo una taza me pongo mala.
¡Hay que ser necrófilo para hacer algo así con las cenizas de un muerto!.
Podían encargar una imagen y dedicarse a rezarle, o un jarrón para flores, o un vaso para dejar la dentadura postiza. Pero un juego de te…y encima hacerme beber en el. Me parece excesivo y de malísimo gusto.
Desde luego, no me imagino a Diego Rivera y a Frida Kahlo haciendo algo así con las cenizas respectivas.
¿ O quizá si?.

16 comentarios:

Antonio Abad Diaz Ortega dijo...

Muy bueno, invita a ser leído con fluidez y al final te quedas con ganas de seguir leyendo.

Un beso.

Maria Jose Mallo dijo...

Muchas gracias, Antonio.

Lei en el periódico que un artesano mejicano hacía estas cosas con las cenizas de los muertos y se me ocurrió. Por fin he vuelto al cuento corto.
Sigo con el otro, que me cuesta, pero al final creo que quedará bien.
Abrazo y beso.

La dama del bosque dijo...

Muy original el cuento. Esta bien traida la historia.

Te he descubierto a través de un amigo.
Un saludo.

Maria Jose Mallo dijo...

Gracias Dama y gracias también al amigo que me recomendó.

Un saludo.

FRAN dijo...

Engancha desde el principio y es muy bueno, me iba imaginando todo a medida que lo leía así que no he podido evitar una carcajada cuando le dice con lo que esta hecho el juego de te.
Ha sido un placer volver a leer uno de tus relatos.
Estoy seguro que el siguiente también, sera igual de bueno.
Un saludo.

Maria Jose Mallo dijo...

Hola Fran,

Me alegra muchisimo que te haya gustado y que te haya divertido. Valoro y agradezco tus comentarios y el placer es para mi que leas mis cuentos y los disfrutes.

Un saludo.

Máximo Cano dijo...

Un relato interesante. Me gusta tu estilo. Volvere a leerte.

Saludos.

Maria Jose Mallo dijo...

Muchisimas gracias Máximo.
Estoy contenta de que te guste mi estilo y me encantará verte de nuevo por aqui.
Un saludo.

Angel Luis dijo...

No sólo lo disfrute yo, lei el cuento a mi madre y a las amigas que se reunen a jugar a la brisca y se rieron agusto.
Les leí tambien los cuentos anteriores y les encanta como escribes. Asi que tienes club de fans en Moreda.Me dicen que estas invitada a tomar cafe, con tazas normales y a echar una partida.Animate.

Maria Jose Mallo dijo...

Muchas gracias a tu madre y a las amigas. Tengo poco tiempo libre, pero en cuanto pueda prometo ir a tomar cafe y a echar una partidina a al brisca. Ah, y a comer casadielles que no se me olvida.
Gracias, Angel Luis y un abrazo.

ROSA dijo...

Hola Mº José, escribes muy bien, tienes mucho talento, me ha gustado mucho tu blog, yo tengo una Revista, si algún día te apetece participar en ella, solo tienes que decírmelo y te publicare en ella tus textos, el enlace esta en mi Perfil y el correo para enviar los textos esta en la misma Revista a la derecha y arriba de la pagina, un beso, hasta pronto.

ROSA

Maria Jose Mallo dijo...

Muchas gracias Rosa. Valoro y agradezco tu opinión.
Será un placer colaborar en tu revista. Cuando tenga un relato adecuado ( no demasiado extenso), lo haré.
He puesto un link aqui en el blog. No obstante antes de enviar, te lo comentaría en Whohub.
Un beso y hasta pronto.

Nieves dijo...

Hola Maria Jose, en el trolley de nieves te dejo un pequeño juego, por si eres buena aficionada al cine, una amiga bloguera bastante más veterana que yo me ha lanzado el guante y yo a mi vez, te lo lanzo a ti, por si, sin ningún tipo de compromiso, lo quieres jugar también. Te mando un abrazo, Nieves

Por cierto, me ha encantado tu cuento.

Maria Jose Mallo dijo...

Hola Nieves,
Te he dejado un comentario en tu Blog. Acepto el juego encantada. En cuanto complete la lista la publicaré.
Aunque a veces elegir una sola pelicula es dificil.
Me alegro de que te haya gustado el cuento.
Un abrazo.

Cristian J. Caravello dijo...

Es una suerte que no se te haya caído la taza en medio de la tertulia. Imagino a doña Ernestina consternada frente a lo irreparable balbuceando entre lágrimas el nombre del difunto, en vano gesto de reunir las piezas, allí, arrodillada sobre el charco de té.
¡Lindo cuento María José!
Y gracias por tu comentario en mi blog.

Un abrazo.

Maria Jose Mallo dijo...

Si, menos mal, porque hubiera sido una catástrofe.
Tus cuentos me encantan. Asi que era una obligación decírtelo.
Gracias por leer mi cuento.
Un abrazo.