Amistades peligrosas, último capítulo




Pasé el resto del día aturdida por completo. Todas creíamos que Lola era la reencarnación de Santa María Goretti. La pureza en persona. La última virgen. Incluso se había comentado en tiempos, que su marido era impotente y que ella no lo había abandonado por vergüenza, para que nada trascendiera. Con los años Lola se refería a su matrimonio como una unión perfecta. Su marido había sido ejemplar: educado, cariñoso, culto, bueno…
__¿Era fogoso también?, le preguntaba Rosa, siempre tan directa.
__Bueno, nena no lo estropees. No seas tan vulgar, respondía Lola que siempre se crispaba cuando salía el sexo a relucir.
Teníamos que hacerle una seña a Rosa para que se callara o cortarla sin mas, antes de que el asunto se nos fuera de las manos. Al fin y al cabo eran simples rumores. Nadie estuvo en la cama con ellos para comprobarlo.
No obstante, eran muchas voces las que  afirmaban que estaba aun por estrenar, como un auto recién salido de la cadena de montaje al que la crisis dejó olvidado en una esquina del concesionario; siempre reluciente, pero obsoleto y caduco. Y sin embargo tenía una vida amorosa de lo mas intenso. Claro, esos eran los amigos que no podía presentar. ¿Cómo iba a poder?.
¡Que hipócrita! ¿no?.

Llegué puntual a la cita. Había quedado con el madero en un lugar diferente, donde fuéramos menos conocidos y pasáramos mas desapercibidos. El se retrasó unos minutos.
__ Para darse importancia, pensé. En el fondo no las tenía todas conmigo. Esperaba que en algún momento de la conversación el se pusiera a gritar: Inocente, inocente. Entonces, yo me levantaría muy digna y le tiraría a la cara lo que estuviera tomando. Un poco cinematográfico, lo reconozco. Pero es que me parecía imposible lo que estaba ocurriendo. Si alguno de vosotros hubiera conocido a Lola le sucedería lo mismo.
Había tenido que tomarme un par de analgésicos porque me dolía la cabeza tras una tarde entera de darle al tarro con los asuntos de Lola.
El poli entró al fin, pidió una caña y se sentó frente a mi.
__Bueno que ¿ya has asimilado la doble vida de tu amiga?.
__Tengo que reconocer que estoy sorprendida, muy sorprendida. Así que acudía a una casa de citas…Ese era el  gran misterio. No me explico como no trascendió en todo este tiempo.
__Ten en cuenta que esto ocurría en otra ciudad donde ella tenía un apartamento en el que vivía sola y al que no llevaba a nadie. Lo hemos comprobado. Cuando acudía a sus citas era como si fuera a pasar la tarde con una amiga en una casa normal y discreta en un barrio recogido, donde se citaban un grupito de asiduos para acostarse y no todos el mismo día, como es obvio. Por lo visto tu amiga era amiga de hace tiempo de la dueña, viuda también, que es la querida  en este momento del secretario del delegado del gobierno. Los digamos ”clientes” son gente relacionada con la política, la judicatura, la medicina…
__No lo comprendo Lola no era una persona culta, ni siquiera guapa…
__No se reunían para conversar. Solamente necesitaba ser buena en la cama y discreta.
__Discreta si lo era. Dime una cosa ¿ desde cuando follaba con el mismo, con el marido de la asesina,  desde siempre?.
__Hace dos años, mas o menos. Antes tuvo otras parejas. El inmediatamente anterior había sido aquel entrenador de futbol que se mató en un accidente. ¿Recuerdas que lo arrolló el tren dentro de su coche  en un paso a nivel?. Fue noticia de portada.
__Si y ahora que lo dices, recuerdo también que comente el accidente con ella un día que pasamos por allí y no noté que se conmoviera ni nada parecido. Era la reina del disimulo…Dime otra cosa ¿cobran por esto?
__Cobrar sensu estricto, no Es normal que ellos les hagan regalos y además consiguen buenas relaciones que siempre son útiles.
Se me quedó mirando como si no se atreviera a revelarme alguna otra cosa.
__¿Que? ¿QUE?
__Ellas, de vez en cuando, si que pagaban por tener sexo con jovencitos.
__No fastidies. ¿Lola también?
El madero asintió con la cabeza repetidas veces. ¡Que barbaridad lo que puede engañar una persona!. ¡Santa María Goretti!. Somos unas infelices. Somos tontas de remate.
__Son jóvenes pero mayores de edad ¿eh?. Tampoco pienses lo que no es. De veinte mas o menos. Gigolós, ya sabes.
__No esta mal teniendo en cuenta que ellas son cincuentonas. Eso no es ningún delito, dije de pronto, defendiendo a Lola sin venir a cuento.
__No, ni lo otro tampoco. El delito ha sido el asesinato, si no, no estaríamos aquí. Si no la hubieran matado nada de esto hubiera trascendido. Y tu y yo no estaríamos aquí charlando, dijo con suavidad, cogiéndome la mano.
No la retiré. La verdad es que el tal Richard Gere estaba muy bien y yo necesitaba compañía amable en estos momentos. Alguien para evadirme de tanto engaño y tanto disimulo.

A la mañana siguiente, tras una noche bastante interesante, vi las cosas con mas claridad. Era cierto que Lola era una farsante ladina y consumada, aunque solo fuera por el hecho de hacer sentir inferiores a las demás con sus absurdos misterios y sus evasivas tan poco afortunadas. Pero, no obstante,  pensé que nada debería de trascender. El crimen se había publicado como la crónica de un error lamentable. La victima utiliza el coche de su amiga porque al suyo le han dado un golpe y la mujer del amante de la verdadera dueña la asesina por error. ¡Que mala suerte!. ¡Que pena!. ¡Pobre Lola!, ella que era la pureza hecha mujer.
 Eso era lo que comentaba la gente en el barrio. Y así se iba a quedar. No iba a ser yo quien les enmendara la plana, ni quien desenmascarara a Lola. No me correspondía semejante honor. Además posiblemente mucha gente no lo hubiera creído y encima habría quedado como una amiga embustera y desleal a una persona tan integra como aquella santa.
Encima de cornuda, apaleada.
Posiblemente trascendiera algo cuando se celebrara el juicio. Si ocurría así se conocería la verdad o parte de ella. Mucha gente se quedaría atónita, entonces. Pero hasta ese momento yo, tan muda como Belinda.
__Date cuenta, me dijo Sofía__esta pobre que no hizo el amor ni de casada confundida al final con una fulana, que paradoja tan injusta. Lo que es la vida. Señor, Señor. Bueno, estará en el cielo.
__Si, y nosotras en el limbo, dije solo para mi, mientras continuaba asombrada por la gran capacidad de disimulo del ser humano y en especial de Lola. Cuanta hipocresía y cuanto cinismo. Después de todo hasta creo que le estuvo bien empleado, por embustera y por manipuladora;  por farsante, por hipócrita  y si, también por guarra.
Yogurines pagados, como si no tuvieran suficiente con los adultos…Desde luego, ¡que poca vergüenza!.