La granja, capítulo VII


Llevó el libro a su habitación. Permaneció leyendo con la puerta abierta mientras Petra se bañaba. No sabía aún lo que iba a hacer con ella.
No se acordó para nada del viejo. No le había aseado, ni dado la comida, ni la medicación.
Continuó con la lectura.
En el texto constaba una descripción de cada “paridora”, seguido de la contabilidad de cada parto y cada venta.

El principio:
Irene y Ana, hermanas. Los padres fusilados. Iban camino a la frontera. Les dejé pasar la noche. Ana venía enferma. Irene me gustó en cuanto la vi. Le dije que se quedaran todo el tiempo que fuera necesario para que su hermana se curara. Quedó embarazada enseguida. Yo sabía que la mujer del capitán quería una niña. Pero la muy imbécil tuvo un niño. No puede uno fiarse de las mujeres. Ana estaba también embarazada. No quería en principio, pero no tuvo mas remedio. Le dije que las entregaría a la guardia civil. Cuando se enteró la hermana se montó una buena… Tuve que atarlas a la cama. Mas adelante se me ocurrió lo del desván. Era grande, habría sitio para mas. El negocio se presentaba productivo. Había muchas mujeres estériles en la comarca.

__A este no se le ocurrió pensar que podrían ser los maridos los estériles o un porcentaje de ambos cónyuges.

2 de agosto de 1940. Madre Irene.
Venta niño de dos meses.
Comprador: Juan Ferrán, el boticario. Calle Principal n.º 10.
Pagó 10.000 Ptas. Una fortuna. Me dio también medicamentos.
El capitán mandó a un hombre de confianza vigilar el camino, por si hubiera algún inconveniente. Los niños lloran. Pero éste se quedó dormido con el movimiento de la mula. Además de conseguirle una niña, le voy a dar un porcentaje. Así todos contentos.

__¿El capitán?. ¿Será el amigo de don Antonio?. Seguro que si. Menudo elemento. Con razón nunca me gustó.

30 de diciembre de 1940. Madre Ana.
Venta niña de tres semanas.
Comprador: Adolfo Linares, el capitán. Calle Libertad n.º4.

__¡El mismo!. Cuando le enseñe el libro a don Antonio…

Yo pensaba cobrarle 5000 ptas ( las madres comen). Pero me dijo que tururú. Me paga con la protección y otro tipo de servicios.
Unos días después, me envió una mujer joven que habían capturado con mas gente tratando de huir por el monte. Se llama Carmen. Ya estaba preñada. Al día siguiente trajo otras dos.
He terminado de acondicionar el desván. Ya hay cuatro inquilinas. Irene sigue abajo. Con otras dos arriba, el negocio será de lo mas productivo. El capitán quiere participar en la “fabricación” de los niños. Acepté, pero eso no aumentará el porcentaje que le doy. Se lo he dejado claro.

2 de Abril de 1941: Madre Carmen.
Venta niño de un mes.
Comprador: Venancio Márquez, el médico.
7.000 ptas. Mas la promesa de atenderme gratis, siempre que lo necesite.
El capitán y yo nos reímos a gusto. El niño es hijo de un maquis y el médico falangista. Ahora tiene un niño rojo y además hijo de puta…

Hablaba de los niños y las mujeres como si fueran animales.
Era fácil imaginar el terror que se viviría en la casa. Las mujeres sujetas a la pared por una cadena, siendo sometidas por ese par de canallas. Dándose consuelo las unas a las otras, ayudándose en el parto… pensó en las escenas de dolor cuando les quitaban a los hijos.
Siguió leyendo. Era lo mismo siempre.
__Aquí hay algo nuevo. Llegan mas mujeres. ¡Oh no, por Dios!

El capitán ha traído a Teresa, la hermana del mueblero. Hacía tiempo que la rondaba el muy cabrón. Ella que es de misa diaria, ni caso. Ya me ha dicho que esa es sólo para él. Ya veremos. De momento, al desván.
Hoy han venido por aquí una pareja rumbo a la frontera. Ella preñada. Pidieron pasar la noche. Estaban extenuados. Les acogí. Ya lo había pensado antes, pero de todos modos no hubiera tenido mas remedio. Oyeron los gritos de algunas, cuando les quité la mordaza para que comieran. Irene, que les lleva la comida, las mandaba callarse. Es lista sabía lo que iba a suceder. El capitán llegó llovido del cielo…Le metió un tiro al hombre. Lo enterramos bajo el roble. A ella la subimos al desván con las otras.
Ahora ya está completo el cupo.

Pensó en lo que diría don Antonio cuando lo supiera. Sonrió imaginando la cara del capitán.
__Veremos quien se ríe ahora.

A medida que leía estaba mas convencido de que él procedía de la granja. Siguió leyendo un poco por alto. Quería llegar a 1948, el año de su nacimiento. Pero al pasar la vista algo llamó su atención: se citaba a Pedro Tamargo, su padre.
Se le aceleró el corazón, ahí estaba.

5 de Enero de 1947: Madre Elena
Venta niña de un mes
Comprador: Pedro Tamargo, el jodido cacique.

__¿Una niña? Y donde estaba…nadie le había dicho nunca que tuviera una hermana.
5.000 ptas. No le dio la gana de pagarme mas. El capitán me aconsejó cerrar el trato. No conviene enemistarse con Pedro. Todavía conserva muchos amigos en el poder.
Al mes volvió a por otra. A la anterior la había vendido bien en la capital de la provincia. No fuimos capaces de saber a quién.

10 de Febrero de 1947: Madre Olga
Venta niña de doce días.
Comprador: Otra vez el condenado cacique. Seguro que saca el doble. Ahora quiere un niño para el verano.

__Ese voy a ser yo. Pero no, yo nací en el 48.
Pasó por alto las demás ventas. La granja marchaba viento en popa. Las mujeres parían a niño por año. Por el momento solamente uno había muerto al nacer. Estaba también bajo el roble.
Llegó el verano. Nacieron dos varones. Uno de Teresa y otro de Irene. Esta tenía por costumbre poner nombre a todos los que paría. Las otras se lo desaconsejaban:__Es mejor que no lo hagas. Se sufre menos__. Al niño de ahora le llamó… ¡Gerardo!.
Se dirigió a la habitación de Petra.
El temporal continuaba cada vez con mas fuerza.
__¿Conserva tu amo alguna foto de las mujeres?
Negó con la cabeza. El no la creyó y le lanzó una mirada agresiva.
Ella afirmó repetidas veces e hizo gestos de necesitar escribir. Félix trajo la pizarra.
“ Guarda la documentación y los retratos que traían algunas de ellas. Supongo que habrá visto la otra caja. Allí están. Acuérdese del señor, déle la medicación. Yo tengo hambre.”
Era noche cerrada. Había oscurecido muy pronto. Bajo a Petra a la cocina. Sujetó el grillete a un hierro de la ventana y dejó que preparara algo de comer.
Apartó la mesa a donde ella no pudiera llegar, abrió la otra caja y se dispuso a encontrar a Irene. En efecto, allí estaba. Volvió a estremecerse.
Era ella.
La mujer rubia que veía en el sueño. Cayó en la cuenta de que se parecían mucho físicamente. Siguió leyendo

30 de Julio: Madre Irene
Venta niño de un mes al dichoso cacique. No se a quien se lo venderá. El muy cabrón seguro que saca el doble.

Así que era hijo de Irene y del viejo. Ya no se sorprendió. Pero, un momento…estamos en julio de 1947, él nació en mayo de 1948. No puede ser. Siguió buscando mas ventas a Pedro Tamargo. No las había .
Entonces no era él.
Escudriñó todo el año 48 buscando mas ventas a su padre. No las halló. En todo el libro no había constancia de que el cacique hubiera comprado ningún niño mas.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Hola, Mª José...
Pensaba que con el capítulo anterior dabas por finalizado el tema, pero veo que sigue. De hecho, es lo más coherente, pues él debe sabe de dónde viene, quién es realmente. Yo creía que sería uno de los niños (de Irene me parecía lo más correcto), pero ahora me has dejado con la duda...

Espero con ansiedad la próxima entrega.

Por cierto, amiga, esto te da para una novela impresionante que los editores te quitarán de las manos. No lo desaproveches!!!! Es más, incluso un guión cinematpgráfico!!!!

Un besote desde BCN!!!!

Maria Jose Mallo dijo...

¡Ay!, muchisimas gracias. Me anima mogollón que me digas estas cosas, porque es dificil la literatura en un blog (tú lo sabes), y creí que nadie seguiría una obra mas larga, pero compruebo,con alegría, que me equivoqué, ya que el relato lleva casi cinco mil visitas y todos los seguidores que tengo han surgido con La granja.
En cuanto a la novela...nunca aspiré a publicar y ya sabes como son estas cosas.A ver si un editor, director, etc,me descubre...
Muchas gracias de nuevo, Pep, ya me has alegrado el día.
Besinos y un abrazo muy fuerte.

FRAN dijo...

Hola Maria José siento haber tardado en leer este relato, he estado muy liado estas últimas semanas pero ya me estoy poniendo al día y estaba deseando saber como seguía la historia y por lo que veo se pone cada vez más interesante, voy a leérmela enterita ahora mismo...
Un abrazo.

Maria Jose Mallo dijo...

Hola Fran,

Ya te había echado yo de menos.
Espero que te guste como sigue y como acaba.

Muchas gracias y un abrazo.