Semanas después, dos días antes de
Navidad, dormía a pierna suelta en su solitaria masía, cuando le despertó una
música estridente. Venía de la planta baja.
__¿Pero que collons? ¿Quién ha
puesto música a estas horas? Seguro que algún amigo pelmazo me ha seguido para
tocarme los huevos. Debí imaginármelo. Se van
a acordar. Sacó de la mesilla una pistola y bajo las escaleras con
sigilo. El amigo tocapelotas se iba a llevar una buena sorpresa.
Reparó en que estaba sonando una canción de Queen.
__Que extraño, no tengo música de ese
maricón de Mercury.
I want
to break free
I want to break free
I want to break free from your lies
You're so self satisfied I don't need you
I've got to break free
God knows, God knows I want to break free
I want to break free
I want to break free from your lies
You're so self satisfied I don't need you
I've got to break free
God knows, God knows I want to break free
En el salón no había nadie, pero el CD sonaba a voz en grito.
Se acercó y a medio camino apuntó para pararlo de un tiro cuando, sobre la
blanca pared del fondo, desnuda lo mismo que él, se proyectó siniestra, la
silueta de un hacha de verdugo en una macabra sombra chinesca.
Entonces lo comprendió.
No se lo había imaginado así. Iba a ser un poco sangriento,
pero tenía lógica puesto que su matador era inglés. “Tal vez descienda del
verdugo de la Torre ”.
Observó como el hacha iniciaba una frenética carrera hacia su
cuello, pudo notar la gélida brisa de la trayectoria y casi simultanea al
golpe, surgió una pregunta que era, además, un reproche.
__¿No habíamos quedado en la noche del veinticinco?.
La cabeza se desprendió del tronco cayendo al suelo de un
tajo limpio y certero. El cuerpo la acompañó dos segundos mas tarde.
__El veinticinco tengo que celebrar la Navidad con mi
madre__respondió el verdugo mientras se dirigía tranquilamente a recoger el CD
de Queen.
Los amigos se extrañaron de no recibir mensaje alguno el día
de Navidad como les había prometido antes de la marcha. Se llamaron unos a
otros intrigados primero y preocupados mas tarde.
__No debería jugar así con nosotros. No tiene gracia.
Llegó Sant Esteve y la prometida misiva no apareció por
ninguna parte. Al día siguiente se reunieron para tomar una decisión.
__Deberíamos avisar a la policía.
__¿Con que motivo?.
__Pues con este. Iba a ponernos un mensaje y no ha dado
señales de vida. Habría que localizarlo.
__Estará en su retiro perfectamente con algún bombón. Se
habrá olvidado. O se habrá ido a algún otro sitio. Yo nunca me creí que
aguantara allí encerrado como un anacoreta.
Nacho tuvo, entonces, la idea: __Conozco un hacker, le
llamaré y el nos dirá como podemos localizarlo por el móvil o por el GPS.
Será muy sencillo les dijo el joven, que vivía en una
buhardilla inhóspita, tenía aspecto de retrasado mental y tropezaba al hablar.
__¿Que co-oche tiene?
__Varios.
__Pero ¿con cuu-ual se fue?
__Se llevó el BMW. Hubiera sido mas lógico el cuatro por
cuatro…
__Genial. Ve-eréis. Los BMW al igual que algu-na otra marca,
lle-evan de se-rie un loca-aliza-dor con alarma inte-egrada. Le en-viamos un
sms y el ca-acharro nos respon-de con las cooo-orde-enadas. Tiene me-emoriza-ado
casi todo el te-errito-rio nacional y con-vierte las cooo-orde-enadas a PDI.
Solo nece-esitamos un po-oco de suerte.
Cruzaron los dedos. En la pantalla del ordenador se esperaba
que oscilara un punto rojo. Pasaron los minutos y no sucedió nada. El muchacho
insistía casi con saña, pero no hubo manera.
__Ha des-conectado el loca-alizador. Es imm----posible.
Los amigos se miraron impotentes.
__No tiene ninguna gracia. Ninguna.
__Po-odría tratar de loca-alizar el lugar haciendo un barri-do
ex-haustivo de la zona. Bu-uscaré una masía so-olitaria. Sería mas fa-acil si
tuviera un-a foto, pero…
__Yo tengo una en el smart.
__¿Como eso?__preguntaron los amigos.
__Me la envió antes de irse.
__Perff-ecto. ¿Es el Pi-irineo catalán?.
__Supongo que si.
__Me lleva-ará su tiempo. Pe-ero la encontra-aré. Sa-aldrá
caro…
__No te preocupes por el dinero. Te adelantaré algo.
Le llevó cuatro días. Encontró la masía, en donde era
perfectamente reconocible el coche aparcado al lado de la casa y algo mas que llamó su atención: un motorista que
se alejaba; faltaba poco para que se hubiera esfumado bajo la arboleda. El
satélite le capto por los pelos.
__Es una tía, seguro. Te digo que Joaquín trama algo.
__Mañana por la mañana nos pondremos en camino. Veréis que
sorpresa…
En efecto fue una sorpresa, aunque no era la que se esperaban.
Entre el espectáculo y el hedor, algunos tuvieron que salir a vomitar.
__Espero que el satélite no los inmortalice así__pensó
Felipe.
Dos días mas tarde, la policía
encontró en el ordenador del despacho del socio del muerto, Rodolfo Garcés, en
un archivo encriptado, los correos electrónicos que había intercambiado con el
sicario-un inglés que se ofrecía por Internet bajo la tapadera de una empresa
de venta on line de medicamentos genéricos-así como un mapa con la situación
precisa de la casa que la victima, Joaquín Mestre, había adquirido en pleno Pirineo, donde Cristo
perdió el gorro, mas una descripción detallada para acceder al lugar desde el
último pueblo habitado. Así mismo figuraba el recibo impreso del pago que la
esposa de la victima había efectuado con su tarjeta de crédito el día antes de
que Joaquín se la cancelara.
__¿No le parece todo un poco raro?__preguntó
Felipe al inspector que llevaba la investigación.
__No.
__¿Es normal que alguien contrate
un sicario y deje las pruebas en el ordenador y que le paguen con tarjeta de
crédito?. ¿Existe gente tan poco precavida?.
__Si.
__Pues yo no me lo creo, perdóneme
usted…
__Pues cuado tenga alguna prueba de
lo contrario, me lo hace saber. Pero prueba sólida ¿eh?. Que no estamos para
perder el tiempo con paranoias. Por el momento el caso está mas que claro. Crimen
pasional. Cuernos y sangre. Tan viejo como el mundo. Bona tarda.