Capitulo IV
Juan no podía contener la risa. Ana no solo
había perdido el conocimiento, se había hecho todo encima. Tan resuelta y valiente
y al final como todos, cagada de miedo. Estaba en el baño, ayudada por la
patrona. El viejo continuaba dormido. El se levantó del sofá y cerró los postigos. Ya la
habían visto; con una vez era más que suficiente.
Cuando
regresaron las mujeres al salón, evitó hacer comentarios jocosos. Ana estaba
desencajada. Además era evidente que algo muy extraño estaba sucediendo. La
patrona le dio una tila caliente y la envolvió en una manta.
__Quédese
aquí al lado de la chimenea mientras les preparo la cama.
Juan se sentó a su lado y le cogió la
mano. Estaba temblando.
__Te
juro que jamás se me olvidará esta visión. Ha sido pavoroso.
__¿Por
que has mirado?
__Porque
quiero ver que es lo que pasa verdaderamente, no como tú. Además era una buena
ocasión para librarse de ella o lo que sea.
__¿Tu
qué crees que es?
__Lo
que dice esta gente: una mujer mariposa.
__¿Y
de dónde ha salido?
__Yo
que sé, si ellos no han llegado a ninguna conclusión en años, no voy a hacerlo
yo en unas horas.
__
¿Y piensas que en todo este tiempo no han intentado matarla, que has tenido que
llegar tu para eso?
Ella
hizo como que no escuchaba. Cuando regresó la patrona, no tenía ganas de irse a
dormir, prefería saber más sobre la visitante.
__Cuéntenos
a que conclusión llegaron en el pueblo.
La mujer se sentó enfrente de Ana. No parecía estar asustada, después de
años de convivencia con el ser estaba más que acostumbrada.
“Como
les decía discutieron largamente sobre el asunto del alma. El médico dijo que
podrían ser rayos que quemaran a la gente por dentro.
__Si, pero ¿sólo a los hombres? Eso no puede ser__ argumentó con mucha
lógica el alcalde.
__Solamente
quiere el alma de los hombres. Es eso. No le den más vueltas. Voy a rociar el pueblo entero con agua
bendita y voy a rodearlo de cruces. Si es el diablo lo tendrá crudo. Ya tenía
que haberlo hecho.
El alcalde no replicó. A estas alturas ya
admitía cualquier posibilidad, incluso dispuso una cuadrilla para ayudar al
cura a levantar las cruces. Excuso decir que no sirvieron de nada. La mariposa
volvió siempre que le dio la gana o cuando necesitaba almas. Lo bueno fue que
como estaban prevenidos y los hombres se pintaban nada mas anochecer, no hubo más
muertos. Entonces sucedió algo.
Juan
y Ana continuaban expectantes mirando a la patrona.
__ ¿El
que?__ pregunto Juan.
La
mariposa se fue a otro pueblo. Lo supo el médico, cuando su colega le pidió
opinión acerca de unas extrañas muertes súbitas que se producían desde hacía un
tiempo y unas aterradoras visiones que estaban teniendo los vecinos. El médico
le contó lo del maquillaje y todo lo que ya ustedes conocen.
__
¿Y, le creyeron?
__Naturalmente.
Ya habían extraído conclusiones como en nuestro pueblo. Adoptaron con premura
lo de pintarse la cara.
De
este modo, cada vez que el problema irrumpía en un pueblo, el remedio le seguía
de inmediato y la mujer mariposa lo iba teniendo difícil. Los meses se sucedían
y los años. Aquí en el pueblo hacía más de uno que no venía, aunque todos los
hombres siguieron maquillándose. Ya era una rutina más. Lo fue desde entonces.
Por aquellos días, comenzaron las obras para hacer la estación de esquí.
Los
pueblos de la comarca convinieron en que sería una buena cosa para el
desarrollo de la zona. Pero claro la mariposa era un inconveniente y muy
serio.
Entonces
pensaron en hacer batidas todos juntos, para dar con el nido. Algunos pueblos,
ya lo habían hecho por su cuenta. Sin resultados, obviamente. Peinaron la
montaña entera. No quedó resquicio que no controlaran. Jamás divisaron rastro
de la mujer. Terminaron por convencerse de que, o venía del espacio cada noche
o vivía bajo las nieves perpetuas del glaciar. Pero sobre tierra o en los
árboles o en las grietas no había ni rastro de ella.
__Va
a ser un inconveniente para la estación. Paralizarán las obras.
__Hay
que pensar en algo__ dijeron a la vez los alcaldes.
Estuvieron
reunidos varios días y al final tomaron un determinación muy drástica. Traerle
comida.
Traerle
comida mientras duraran las obras. Para que dejara a los obreros en paz.
__
¿Y como lo hicieron?
__No
sé si les gustará saberlo.
__Tiene
que decírnoslo de todos modos.
Se
fueron a las ciudades, cada pueblo a una diferente, y recogieron a todos los
mendigos que encontraron. Los alojaron en las casas, como a los comediantes, y una noche cada
tres días o cuatro días , el médico sedaba a uno que era abandonado en la plaza
para que la mariposa lo viera. De este modo entre todos los pueblos dieron
abasto al bicho que esperaba dócilmente por la cena.
__Lo
convirtieron en un animal doméstico__pensó Juan en alta voz.
__Mas
o menos si__ convino la patrona.
__¿Y
dio resultado, los mendigos no sospechaban?
__Si.
Al final hubo que mantenerlos sedados a todos, porque más de uno trató de
escapar.
__Tuvieron
suficientes hasta el final__ asintió Ana
__Si,
suponemos que la mariposa vigilaría a la gente de las obras, pero para que
esforzarse si tenía la comida asegurada.
__¿Y,
al inaugurarse la estación? Porque naturalmente no habría indigentes para
seguir con el plan eternamente.
__Una
vez en marcha, el problema ya no era solo de los pueblos. Cuando se percataran
tendrían que hacer algo.
__¿Como
sucedió?_ _Inquirió Ana__ ¿Comenzó a morir gente o la vieron o que …?
__Comenzó
a morir gente.
__
¿No les advirtieron lo de la pintura?
__No.
Porque entonces les culparían por no haberles avisado.
__Vamos
a ver, un momento__ Dijo Juan un tanto sobresaltado__ ¿Quiere decir que la
mariposa mata en la estación, que es adónde vamos y ustedes no han advertido a
nadie?
__Ya
le dije que no. Hace cincuenta años que está abierta la estación. ¿Se cree que
no se han dado cuenta?
__Esto
es el colmo. Y que han hecho ellos. ¿Sabe usted si han tomado alguna medida, si
le echan de comer también, por ejemplo?
__Si.
__¿Si,
qué?
__Que
le pusieron comida. En aquel tiempo, ahora ya no lo sé. Como va tanta gente
aunque muera alguien de vez en cuando… Además a la sombra del esquí crecieron
los pueblos.
__Este
no, por lo que vimos.
__No
este no, pero la mayoría, los que estaban más cerca, si.
__¿Quiere
decirme como hicieron para darle de comer en la estación?
__Utilizaron
la cárcel y el cuartel. Algún recluso y algún militar de los que visitaban la
enfermería y para no levantar sospechas la dejaban cazar por las noches en el
recinto, de vez en cuando. Se sabe que los alcaldes hablaron con la dirección y
creo que ellos si se pintaban por las noches. Recientemente hubo más de un
comentario jocoso por haber descubierto algún jefe con la cara maquillada, pero
ellos prefieren pasar por travestis, que contar la verdad.
__¿La
mariposa lleva aquí todos estos años?
__Naturalmente.
__¿Y
cómo la alimentan ahora que ya no hay cárcel ni cuartel?
__No
lo sé, la verdad y tampoco me importa.
__¿
Por qué no me han puesto a mí de cebo?
__
¡Juan!
__Porque
ya no lo hacemos. Ahora no es asunto nuestro.
__Tu
haz lo que quieras__ le dijo a Ana__ pero yo no me duermo. Yo no cierro los
ojos por nada del mundo.
Esperaré aquí sentado hasta que amanezca.
Se
quedaron en silencio. Después de un rato, la patrona le dijo a Ana.
__Ya
le advertí que no iba a gustarles el relato. Vayan a dormir, no hay ningún problema, ya se ha convencido de que no
hay hombre nuevo. No volverá.
__¡Y
una mierda!. No nos movemos de aquí.
__Bien.
Como quieran. Tienen ahí la leña. Aticen el fuego. Hay café en la cocina. Les
traeré mantas…
La
mujer les proveyó de mantas y almohadas, atizó la lumbre y se fue a dormir.
__Buenas
noches.
__Buenas
noches __respondió solamente Ana__ Que cosa ¿verdad? Si lo contamos nadie nos
creerá.__ le dijo a Juan tras comprobar que la patrona se había ido.
__Ya
lo creo que sí. No has oído que en la estación los jefes se maquillan. Lo que
sucede es que no podremos contarlo o le serviremos de cebo. Haremos una cosa:
nos iremos directamente a casa, sin pasar por el parador y nos olvidaremos de
esto.
__Olvidarás
tú, yo no creo que pueda. Además deberíamos advertir a la gente.
__
¿Cómo? Te tomarán por loca a las primeras de cambio.
__
¿Cómo justifican las muertes?. Llegamos, observamos lo que pasa y actuamos en
consecuencia.
__Vamos a ver, Sherlock, piensa…La gente
que dirige ya lo sabe. Tú tendrías que decirlo a los visitantes y en cuanto
abras la boca, los de arriba, te la cierran para siempre. Pareces tonta.
Además, la inmensa mayoría, te tomará a chirigota.
__Encontraré el modo. Ahora duerme si
quieres, yo velaré.
__Prefiero enfermar de insomnio crónico,
antes que dormirme aquí. Así que no te molestes. En cuanto a lo de ir, irás tú
sola.
__Vale, buenas noches.
__Lo serán para ti….
Continuará...
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