Estoy convencida de
que los detectives de las sagas de novela negra actual, tienen bastante que ver
con sus autores, es más, pienso que son sus autores auto convertidos en lo que
siempre quisieron ser: pseudo quijotes desfaciendo entuertos, tratando de
cambiar para mejor la sociedad y el tiempo en el que les tocó vivir, porque hoy
en día la novela negra es también novela social.
Esto es lo que ocurre con Leonardo Padura y su personaje, Mario Conde. Al Conde le conocimos en 1989 con 34 años, como teniente investigador en La Habana, algo que siempre quiso ser Padura: policía. Los dos nacieron en el mismo barrio humilde de La Habana: Mantilla. Los dos hicieron el Bachillerato en La Víbora, y allí conocieron a sus mejores amigos y a sus primeros amores.
Mantilla, La Habana |
Instituto La Víbora. |
Mario Conde,
divorciado, mujeriego, borracho, fumador empedernido, que odia el ejercicio y
se ahoga subiendo escaleras, se ha convertido en un hombre triste y agobiado
que sueña con dejar la policía y convertirse en escritor de novelas con
personajes “escuálidos y conmovedores”.
Su mejor amigo el Flaco, que ya no está flaco y se mueve en silla de ruedas desde la guerra de Angola, le llama “recoldador de mielda”, o “cabrón recoldador”, cada vez que Conde intenta revivir el pasado sin darse cuenta que la memoria es muy engañosa.
Ama a La Habana, echa de menos a los que se fueron, y está profundamente desilusionado del proyecto político de su país, del socialismo cubano, en el que un día creyó, y por el cual, tantas cosas perdieron todos.
El Conde, resuelve
los casos analizando antecedentes, pistas, datos sospechosos, huellas,
estadísticas, y procurando no dejarse llevar por prejuicios, aunque también
“sufre” premoniciones, que se le manifiestan por debajo de su tetilla
izquierda. Se siente viejo a sus sesenta años, vive con un pez al que llama
Rufino, como su abuelo, y sueña con un futuro lejos de la policía donde pueda
ser como Hemingway: escritor por el día, pescador por la tarde y amante por la
noche.
Hemingway y Fidel |
¿Debería hablar más
de Leonardo Padura? Es que no hace falta, son la misma persona. Es un
desdoblamiento. Son un Jano habanero, dos caras de un mismo dios bifronte: El
dios de las transiciones, del principio y del fin.
Toda la saga de
novelas es interesante, pero yo voy a recomendar las cuatro que conforman la
miniserie de películas tituladas “Cuatro estaciones en La Habana”, que agrupa
los títulos “Vientos de La Habana”, “Pasado perfecto”, “Máscaras”, y “Paisaje
de Otoño”. Mario Conde está interpretado por el actor Jorge Perugorría, que hace
una creación perfecta.
Leonardo Padura,
eterno candidato al Nobel, tiene infinidad de premios y galardones. Yo voy a
mencionar el Princesa de Asturias de las Letras 2015.
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