Vacaciones






Va siendo hora de tomarse unas vacaciones, porque se necesita romper con la rutina y dejar un poco atrás, si se puede, toda esta anormalidad que nos toca vivir.

No pienso viajar a ninguna parte, creo que no es el momento. Todos los destinos turísticos, las playas, y los países del mundo mundial, van a estar en el mismo sitio esperando por nosotros cuando todo esto termine. Dicen que hay que relanzar el turismo, pero debe ser con las garantías suficientes de ausencia de  riesgo de contagio, y creo que hoy por hoy esas garantías no existen en ningún lugar, y ya la experiencia diaria de repuntes allí donde hay una concentración de gente, lo está demostrando. Si las cosas no pueden continuar siendo como antes habrá que reciclarse, no se solucionan empujando a la gente a viajar, o a hacer aquello que les conviene a los grandes empresarios. Nuestras vidas y las de los nuestros son nuestro negocio. Mientras no haya vacuna o una medicación eficaz, no hay normalidad que valga.



Se puede salir, hay mucho espacio libre por ahí, no hace falta concentrarse en una playa, ni en una terraza, ni en un hipermercado... usemos un poco la imaginación, y el sentido común, que no es tan común, ya lo sabemos. Hay que aprender rápido a cambiar rutinas, para adaptarse a las situaciones; nuestra especie lo ha logrado desde que estamos aquí. Hemos cambiado para sobrevivir, ¿por que no vamos a seguir haciéndolo?

No seamos tan facilones; esto es, como en casi todo, cuestión de amor propio. No somos un número ni una cruz en una estadística. Somos seres humanos únicos e irrepetibles, pongamos esto en valor. No permitamos que sea tan sencillo acabar con nosotros. 

No olvidemos a los muertos, que se fueron de ese modo tan doloroso, solos y con miedo, ni aquellas situaciones tan extremas que se dieron en los hospitales, donde había que elegir pacientes para las UCI. Aprendamos a darnos cuenta de que, aunque nos pretendan lavar el cerebro, nosotros no somos los culpables de lo que ocurre, ni en esta crisis ni en ninguna otra. Ni culpables, ni tampoco victimas: Ahora mismo somos los protagonistas, que es distinto, llevemos la dirección del guion, de nuestro guión. Tengamos actitud.

No es mi intención aguar la fiesta de nadie, o quizá si, que cada cual lo tome como quiera. Mi conclusión es que  debemos aprender a superar con éxito las emergencias, porque esta no va a ser la última, y mi ruego es que, nos consideremos muy importantes; que sobre estimemos nuestra vida, y las vidas de los que tenemos alrededor.

No se lo hagamos fácil.



















No hay comentarios: