El misterio de una isla, segunda parte

 



Una de mis primeras lecturas, cuando era muy niña,  fueron Los Viajes de Gulliver, del escritor y clérigo irlandés Jonathan Swift, publicada en 1726 (yo la leí unos siglos después). Recuerdo que era una edición ilustrada y que me quedé impresionada por los gigantes de 22 m. de altura y por los habitantes de la isla de Liliput, que eran del tamaño de un alfiler. Bastante más tarde supe que era una sátira del autor sobre los relatos de viajes, muy del gusto de la sociedad del momento,  a los que Swift consideraba un subgénero.

Así entré en contacto con los autores irlandeses, a los que no he perdido de vista, son una constante en mi vida y pienso que en la de muchos de vosotros; ocurre que  a veces se piensa que son británicos. Es una penitencia que arrastran, por escribir en inglés.

Voy a citar a los más clásicos, que todos conocemos.




Oscar Wilde. Si, era irlandés, nacido en Dublín, aunque se estudie como británico, porque cuando nació, Irlanda aun no se había independizado. Fue básicamente dramaturgo y poeta, pero también autor de cuentos y ensayos. Escribió una única novela El retrato de Dorian Grey, que a mí me encanta, y que tuvo en su momento críticas feroces. Es autor de un maravilloso libro de cuentos El príncipe feliz. En teatro sus obras más conocidas fueron Salomé La importancia de llamarse Ernesto. Fue juzgado y encarcelado por homosexual. Una vez libre se exilió en Paris donde murió en la indigencia.



James Joyce. Nació en Dublín. Su obra más famosa Ulysses, es considerada por muchos la mejor novela en inglés del siglo XX. Otros dicen que ni el mismo Joyce sabía de qué iba. Yo prefiero Los Dublineses, conjunto de historias breves, llevadas al cine por John Huston. Joyce es un representante destacado de la corriente de vanguardia denominada modernismo anglosajón, al mismo nivel que T. S. Elliot, o Virginia Woolf. Pasó casi toda su vida fuera de Irlanda, es por esto, quizá, uno de los autores irlandeses más cosmopolitas. Falleció en Zúrich, en 1941.




William  Butler Yeats. Simplemente Yeats. Poeta y dramaturgo, medio inglés y protestante. Su abuelo fue rector de la iglesia de Irlanda y su padre nacionalista ateo. Yeats, considerado un místico, eligió una fe propia, equidistante de ambos. Tras vivir unos años en Londres regresa a Irlanda con su madre y sus hermanos y se instala en el condado de Sligo, en casa de sus abuelos. Allí se empapa de los cuentos de hadas y de las historias de gnomos y duendes que le contaba  su madre. Citaré algunas de sus obras, aunque me gustan todas las que he leído. El peregrinaje de Oisin, El viento entre los juncos, El crepúsculo celta, La torre, L escalera de caracol, La isla del lago de Innisfree…Fue Premio Nobel de Literatura en 1923.




George Bernard Shaw. Nacido en Dublín, dramaturgo, crítico y polemista, con gran influencia en el teatro, la cultura y la política. Autor de obras emblemáticas, como Man and Superman, Pigmalión, Santa Juana…Recibió el Nobel de Literatura en 1925 y en 1938 compartió el Oscar al mejor guión adaptado por la versión para el cine de Pigmalión. Es la primera persona en recibir un Nobel y un Oscar. Está considerado el más importante dramaturgo en lengua inglesa tras Shakespeare.




Samuel Becket. Nació en Foxrock, barrio residencial de Dublín. Dramaturgo, novelista y poeta. Su obra es minimalista y sombría; pesimista acerca de la condición humana y con un sentido del humor entre negro y sórdido. Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1969. Su obra más conocida es, Esperando a Godot, personaje que nunca  aparece, y que según algunos críticos es la representación de Dios, God en inglés, que nunca llega, aunque lo esperemos. El autor siempre descartó esta interpretación. La obra es, según los estudiosos, una nueva forma de entender el teatro, y trata sobre dos de los grandes temas de la corriente existencialista: la falta de significado de la vida y el tedio que se siente por el simple hecho de vivir.




Seamus Heaney. Del condado de Derry, Irlanda del Norte. Escritor y profesor. Según muchos el poeta más grande de nuestra era. Sus obras más conocidas son, Muerte de un Naturalista, donde describe los contextos rurales de su infancia, Norte, en la que trata por única vez la situación violenta en Irlanda del Norte, Puerta a las tinieblas, Huyendo del invierno…En el año 2000 publica una traducción moderna del poema épico anglosajón Beowulf, que se convirtió en un best seller. En 2005 apoyó públicamente la oficialidad de la lengua asturiana. Fue premio Nobel de Literatura en 1995.

 

En el siguiente post hablaremos de los autores contemporáneos irlandeses.

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