Capitulo
XII
El capitán ha traído a Teresa, la
hermana del mueblero. Hacía tiempo que la rondaba el muy cabrón. Ella que es de
misa diaria, ni caso. Ya me ha dicho que esa es sólo para él. Ya veremos. De
momento, al desván.
Le
pregunté cómo se las había ingeniado para apresarla, porque ella le
temía como al diablo.
Fue muy fácil, me dijo. Para
librarse de mí, la muy imbécil, dijo en casa que se iba una temporada a casa de
su tía materna al campo, además el aire puro le sentaría bien, ya sabes cómo
son las mujeres con los aires y la pureza. Le dije a su hermano que no se
preocupara: yo haré que mis hombres la escolten en el tren sin que ella se dé
cuenta, en estos tiempos no es conveniente que una mujer viaje sola .Ja,ja,ja.
En la siguiente parada la bajaron del tren. Yo esperaba en el jeep para traerla
aquí y el resto ya lo sabes.
Hoy han venido por aquí una pareja
rumbo a la frontera. Ella preñada. Pidieron pasar la noche. Estaban extenuados.
Les acogí. Ya lo había pensado antes, pero de todos modos no hubiera tenido mas
remedio. Oyeron los gritos de algunas, cuando les quité la mordaza para que
comieran. Irene, que les lleva la comida,
las mandaba callarse. Es lista sabía lo que iba a suceder. El capitán llegó
llovido del cielo…Le metió un tiro al hombre y a ella la subimos al desván con
las otras. Lo enterramos bajo el roble.
Ahora ya está completo el cupo.
Pensó
en lo que diría don Antonio cuando lo supiera. Sonrió imaginando la cara del
capitán.
__Veremos quién se ríe ahora.
A medida que leía estaba más y más
convencido de que procedía de la granja.
Siguió leyendo un poco por alto. Quería llegar
a 1948, el año de su nacimiento. Pero al pasar la vista algo llamó su
atención: se citaba a Pedro Tamargo, su padre.
Se le
aceleró el corazón, ahí estaba.
5 de Enero de 1947: Madre Elena
Venta niña de un mes
Comprador: Pedro Tamargo, el
jodido cacique.
¿Una niña? Y que había sido de ella…nadie le
había dicho nunca que tuviera una hermana.
5.000 ptas. No le dio la gana de
pagarme más. El capitán me aconsejó cerrar el trato. No conviene enemistarse
con Pedro. Todavía conserva muchos amigos en el poder.
Al mes volvió a por otra. A la
anterior la había vendido bien en la capital de la provincia. No fuimos capaces
de saber a quién.
10 de Febrero de 1947: Madre Olga
Venta niña de doce días.
Comprador: Otra vez el condenado
cacique. Seguro que saca el doble. Ahora
quiere un niño para el verano.
__Ese
voy a ser yo. Pero no, yo nací en el 48.
Pasó por alto las demás ventas. La granja
marchaba viento en popa. Las mujeres parían a niño por año. Por el momento
solamente uno había muerto al nacer. Estaba también bajo el roble. Llegó al
verano. Nacieron dos varones. Uno de Teresa y otro de Irene. Esta tenía por
costumbre poner nombre a todos los que paría. Las otras se lo desaconsejaban:__
Es mejor que no lo hagas. Se sufre menos__ Al niño de ahora le llamó… ¡Gerardo!
Se
dirigió a la habitación de Petra.
El temporal continuaba cada vez con más
fuerza.
__¿Conserva tu amo alguna foto de las
mujeres?
Negó con la cabeza. El no la creyó y le
lanzó una mirada agresiva.
Ella afirmó repetidas veces e hizo gestos de
necesitar escribir. Félix trajo la pizarra.
“Guarda
la documentación y los retratos que traían algunas de ellas. Supongo que habrá
visto la otra caja. Allí están. Acuérdese de mi señor, dele la medicación. Yo
tengo hambre.”
Era noche cerrada. Había oscurecido muy
pronto. Bajo a Petra a la cocina. Sujetó el grillete a un hierro de la ventana
y dejó que preparara algo de comer.
Apartó la mesa a donde ella no pudiera
llegar, abrió la otra caja y se dispuso a encontrar a Irene. En efecto, allí
estaba. Volvió a estremecerse.
Era ella.
La mujer rubia que veía en el sueño. Cayó en
la cuenta de que se parecían mucho físicamente. Siguió leyendo
30 de Julio: Madre Irene
Venta niño de un mes al dichoso
cacique. No sé a quién se lo venderá. El muy cabrón seguro que saca el doble.
Así que era hijo de Irene y del viejo. Pero,
un momento…estamos en julio de 1947, él nació en mayo de 1948. No puede ser.
Siguió buscando más ventas a Pedro Tamargo. No las había.
Entonces no era él.
Miró todo el año 48 buscando más ventas a su
padre. No las halló. En todo el libro no había constancia de que el cacique
hubiera comprado ningún niño más. Eso daba al traste con lo que había imaginado
sobre su procedencia de la granja. Su padre compraba niños y los revendía. Esa
era toda la relación. Se sintió muy decepcionado.
Comieron
algo. A Félix le extrañó que Petra no intentara nada contra él. Podría haberle
tirado algo, un cuchillo, por ejemplo. Aunque luego habría represalias. Ella lo
sabía de sobra. De ahí la apatía.
__Es
lista, también.
Le
preguntó a bocajarro
__¿Tu
eres hija del viejo?
Ella
fingió no oír.
__De todos modos te encontraré en el libro. Es
cuestión de tiempo.
La
vio escribir en al pizarra:
“Voy a preparar comida para el señor”.
__No
te molestes. Ya no come. Se está muriendo.
“Quiero
verlo”.
__Ni
hablar. Yo mando aquí ahora. Si haces lo que te diga te irá mucho mejor. Hoy es
el día en el que has cambiado de amo.
La
muda no volvió a comunicarse. A Félix le asombraba su docilidad. Se la quedó
mirando. No era fea. Tendría treinta y
tantos. No pensaba que fuera una “paridora”.
Si
era hija del viejo sabía de sobra lo que había sucedido en la granja durante
esos años. Pero, ¿Por qué no la habían vendido?. Quizá por la mudez. Además
¿Dónde estaban las mujeres?. Algunas eran mucho mas jóvenes que Higinio. No
tenían edad para morirse. ¿Qué habían
hecho con ellas?. Seguro que Petra era cómplice.
Todo
estaba en el libro. Ya llegaría.
Subieron
a la planta superior. Detrás de la cama de la habitación de Petra, había otra
argolla. Encajó el grillete.
__Mañana
será otro día. Que duermas bien__se sorprendió de su propio cinismo.
Se
dirigió derecho a la habitación del viejo. No se había muerto. Clavó sus ojos
nublados en él cuando se percató de su presencia.
Félix
se sentó en el sillón al lado de la cama y se aseguró de que viera el libro,
antes de seguir leyendo.
A
partir de julio del 47 todo eran ventas. No habían traído a mas mujeres. Hubo
un aborto y una mujer tuvo problemas tras el último parto para quedarse en
estado. Cuando iban a deshacerse de ella, llegó por fin el embarazo salvador;
por esta vez.
Había
encontrado gente conocida. Algunos compañeros de colegio, procedían de la
granja y otras personas importantes de la pequeña ciudad, con negocios propios
y un buen nombre, también.¡Menudo escándalo cuando esto trascienda!
Comprobó
las páginas que restaban. Muchas
todavía. Era tedioso leer tantas veces lo mismo repetido. Pasó la vista rápidamente,
hasta que le pareció volver a ver el nombre de su padre. Se detuvo y leyó con
atención
Mayo del 48. El jodido Pedro
Tamargo había vendido al niño a unos sobrinos del obispo. El crío parece ser
que es enfermizo y cogió unas fiebres que por poco no lo cuenta. Cuando ya
estaba bien, volvió a enfermar. Se lo han devuelto y él quiere endosármelo a
mi. NI HABLAR. Le salió mal el negocio, que se joda.
Hoy me ha parado escopeta en mano
cuando iba con el Isocarro y tuve que prometerle que le buscaría comprador. No
quieren niños en casa. Pues no pienso buscarle nada. Además el niño ya tiene un
año, es muy mayor para la venta. El próximo reparto lo haré escoltado por el
hombre del capitán.
__Que
bárbaro, los compradores son tan buenos como estos dos. Para ellos los niños
son también mercancía. Si tiene alguna tara se devuelve.
A continuación venía mas contabilidad. Pero
sabía que su asunto volvería a aparecer por algún lado. En efecto.
Apareció
en otoño. Félix cada vez lo entendía menos.
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